En la época estival, cuando al populacho le arrecia el caloret, la línea PR3 urbana de El Prat de Llobregat refuerza servicios y alarga el trayecto del Tanatorio hasta la Playa de la localidad (que no queda precisamente cerca), y menos cuando hay un aeropuerto internacional de por medio.
En este caso, el considerado ya antiguo coche 47 cubre uno de los refuerzos del crepúsculo de ese día tan caluroso, a la altura del Tanatorio.